viernes, 5 de septiembre de 2008

¿Quieres darle un giro al mundo? ¡Adopta a un gobernante!

¡Escuchen, reyes, y comprendan!
¡Aprendan, jueces de los confines de la tierra!
¡Presten atención, los que dominan multitudes
y están orgullosos de esa muchedumbre de naciones!
Porque el Señor les ha dado el dominio, y el poder lo han recibo del Altísimo:
Él examinará las obras de ustedes y juzgará sus designios.
Sabiduría 6, 1-3

Estoy segura que no ha habido otro momento en la historia, como hoy, en el cual los gobernantes, hombres que han sido elegidos por Dios para guiar el destino de las naciones mediante el recto gobierno de las realidades temporales, se hayan visto sometidos a tantas presiones de índole internacional, y a tentaciones que intentan separarles de la importantísima misión para la que el Señor les ha llamado (Rom 13, 1-5), llevándolos a actuar y tomar decisiones, muchas veces, por miedo a represalias políticas o económicas, por presiones externas o por intereses personales, olvidándose de que su misión esencial debe estar fundamentada en el respeto a la dignidad del hombre y en la búsqueda del bien común.

La Biblia está colmada con textos que nos instan a que oremos por todos los que tienen una posición en los gobiernos del mundo. El mismo San Pablo nos urge a que oremos “por los reyes y por todos los que tienen autoridad, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador” (1 Timoteo 2, 2.3)

Pero son pocos los cristianos que oran por sus gobernantes. En cambio, muchos los critican por todos los medios posibles. Es muy factible que los que fueron elegidos no sean esos con quienes simpatizamos o por quienes votamos; quizás sus acciones no estén en conformidad con nuestros deseos y convicciones más íntimas; pero Dios nos pide de igual manera que oremos por ellos.

El poder de la oración es enorme. Nuestras plegarias pueden cambiar asuntos de importancia en nuestra nación y en el mundo. Debemos orar por los gobernantes de todas las naciones, cristianos y no cristianos, para que el Señor les ilumine y les de sabiduría y discernimiento y se conviertan en instrumentos para promover la dignidad del ser humano, la libertad, la justicia, la paz y el bien común.

Por esta razón, quiero invitar a todos los que quieran unirse a esta cruzada de oración "Adopta a un gobernante", asumiendo la responsabilidad de pedir diariamente por el gobernante que le sea asignado de manera aleatoria, preocupándose por conocerlo, su vida, su país, su familia, sus inquietudes y problemas, encomendándolo en la oración y ofreciendo sacrificios, sirviendo así de intercesor para que Jesucristo le conceda fortaleza, sabiduría, discernimiento y buena voluntad, justicia y verdad, honradez y honestidad en la orientación del destino de su país.

Para unirse a esta cruzada de oración, adoptando personalmente la responsabilidad de orar por un gobernante específico, sólo tienen que registrarse en: http://es.catholic.net/oraciongobernantes

Tenemos ahora en la lista a los presidentes, reyes y jefes supremos de todos los países, pero ustedes mismos pueden ir completando este listado con los datos de los gobernadores, magistrados, senadores, diputados, para que ninguno de ellos se quede sin tener a una persona que rece por él.

Si no quieren adoptar un gobernante y tampoco les gusta rezar, también pueden ser parte de esta cruzada apoyándonos económicamente, para poder sostenerla y promoverla. Si quieren hacer un donativo, aunque sea pequeñito, sólo tienen que ir a: https://es.catholic.net/donativo. Dios se los recompensará.
Aquellos que no quieran adquirir una responsabilidad tan grande, pueden apoyar nuestra cruzada rezando, solo por hoy, la siguiente oración:

Oración por nuestros gobernantes
Señor, Padre del universo que creaste a las criaturas humanas para que contigo colaboraran; otorga tu luz a los que nos dirigen y gobiernan. Tú sabes cuan difíciles son las tareas de ser siempre justos, atentos y compasivos. Ellos, los gobernantes, Señor, necesitan tu ayuda y orientación, concédeles tu amor y benevolencia tornándolos sensibles y atentos a tu voluntad, a fin de que sean instrumentos de justicia y libertad y auténticos sembradores del bien. Concédeles Señor, el deseo de servir y enséñales a defender las causas justas a través de una conducta siempre fiel. Bendice a nuestros gobernantes y protégelos, ampáralos y guíalos ahora y siempre con tu luz. Amén.
Encomiendo a todos en mis oraciones

Lucrecia Rego de Planas
Dirección Catholic.net

(fuente: catholic.net)

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