lunes, 1 de septiembre de 2008

Animación de Grupos (II parte)

11.- EL USO DEL JUEGO EN LAS ACTIVIDADES DE GRUPO

En el funcionamiento diario de un grupo es muy importante la realización de juegos. Estos pueden tener o no fines concretos, pero nos centramos en este momento en el juego como herramienta para el grupo, como antes hemos hablado de las dinámicas.
Un buen momento para realizar un juego es al iniciar la actividad del día (por ejemplo, una dinámica de grupo) ya que sirve para concentrar al grupo e ir entrando en situación. De esta manera ya se está realizando una labor en común, que facilitará la motivación de todos para continuar la actividad. Además de para divertirse y relajarse entre actividades, el juego tiene la función de reflejo de situaciones reales, que bien podríamos emplear durante la actividad.

Pero el encargado de realizar el juego debe tener en cuenta una serie de factores que lo condicionan, como el número de participantes, sus respectivas edades y capacidad de entendimiento, su seguridad, las condiciones climáticas, el lugar y materiales disponibles así como los juegos anteriores que haya realizado el grupo, lo que le permitirá un nivel más alto o más bajo.

También debe ser creativo (lo que desarrollarán también los miembros del grupo) para no repetir los juegos a lo largo de varias sesiones, para, de esta forma, mantener la atención e intensidad de todos los miembros. Dos últimas consideraciones: 1) adecuado uso de juegos cooperativos, para que los que pierdan no se sientan desplazados, y 2) atención a la finalización del juego para no extenderlo en demasía para así mantener el interés para la próxima ocasión.

12.- DINÁMICAS Y JUEGOS DE PRESENTACIÓN.-

Por muy lógico que parezca, esta serie de actividades es tremendamente útil cuando se está formando un nuevo grupo o bien cuando un nuevo miembro da los primeros pasos para incorporarse al mismo. En uno u otro caso la incertidumbre ocupa gran parte de la mente del nuevo miembro del grupo. En ambos casos las dudas son muy importantes, pero me atrevería a decir que aun lo son más en el caso de la incorporación a un grupo ya formado y que funciona basándose en sus propias normas y costumbres. Estas dudas podemos resumirlas en los siguientes aspectos:

- ¿Qué es esto? ¿Dónde me he metido? La persona está llena de dudas, y quiere conocer, tiene ansia por saber. Quizás sólo sepa lo que le han contado del grupo, pero todo ello lo va a comprobar siendo un miembro más del mismo. Va a prestar mucha atención a cada movimiento, a cada gesto. No sabe cómo va a desarrollar esta nueva experiencia, porque no tiene muy clara la composición del grupo, ni su forma de funcionar, ni de comportarse,... Va a prestar especial atención a lo que haga / diga el coordinador del grupo, que tiene el papel de ayudar al nuevo miembro en sus primeros pasos para que se vaya adentrando en la dinámica del grupo.

- ¿Cómo son mis compañeros? El nuevo miembro mantiene el ansia por conocer. Está desarrollando una nueva experiencia en la que el factor tiempo será importante para lograr los frutos deseados. Por ello, está deseoso de conocer a los compañeros con los que compartirá esta experiencia. En este caso, el coordinador facilitará el conocimiento de los nombres del resto del grupo así como las relaciones, para lo que podrían llevarse a cabo tareas por equipos, de forma que se facilite la integración en el grupo. El nuevo miembro tendrá los ojos bien abiertos para tener una primera impresión de sus compañeros pero sin sacar conclusiones, ya que será en el trabajo y la realización de actividades conjuntas donde conocerá realmente a cada uno de sus compañeros.

- ¿Y yo? ¿Cómo me comporto? ¿Cómo me ven ellos? Esta es una cuestión de confianza en uno mismo, que indudablemente, es normal, genera dudas a la persona cuando se adentra en una nueva experiencia, en este caso, en un nuevo grupo con personas desconocidas. Crecen las dudas porque no sabe si debe “actuar” o comportarse como realmente es. No sabe nada, de ahí el ansia por saber, por conocer. No sabe cómo será la primera impresión que dé al resto de compañeros, ni si le integrarán en el grupo o bien le rechazarán por ser nuevo,... No sabe siquiera si podrá superar su propia timidez ante esta situación... De todos estos aspectos debe estar muy atento el coordinador del grupo, para hacerlo sentirse lo más cómodo posible ante el primer contacto. Dos aportaciones en mi opinión: que la persona se comporte como realmente es, dándose a conocer al resto de compañeros, lo que facilitará su integración en el grupo; y una segunda, dirigida al coordinador: que comente su propia experiencia de la primera vez que pasó por alguna situación similar, de forma que el nuevo miembro tenga en él un espejo que le sirva de referencia en sus actuaciones.

Este primer contacto del grupo es fundamental para el desarrollo del grupo. El coordinador del mismo ha de ser consciente de los miedos y dudas que hemos comentado anteriormente, por lo que debe mostrarse cercano y comprensivo. Y así siempre, pero inexcusablemente en los primeros días de formación del grupo. En estos primeros días, en los que el coordinador empleará las técnicas y juegos de presentación que veremos ahora, éste debe seguir una serie de pautas que a continuación comento:

1.) Explicar el contexto y objetivos en los que se integra el nuevo grupo

Es decir, responderá de esta manera al dónde estamos que comentaba respecto a las dudas de los miembros. Claro está que lo que tendrá que decir en este primer paso será muy distinto si estamos en una clase, una ludoteca o una reunión de empresa. El coordinador realizará una valoración general de sus objetivos y de su modo de funcionamiento del grupo, si bien esto puede modificarse posteriormente ya que está condicionado a la composición del mismo. Pero si que tiene aquí la oportunidad de asentar determinados aspectos que considere debe dejar claros desde el principio. Tendrá que estar muy atento a los gestos y, por supuesto, a las preguntas de los miembros, para disipar todas las dudas posibles cuanto antes, lo que hará ganar en confianza y seguridad al resto de miembros. De hecho, incitará a las preguntas y la resolución de dudas, reflexionando además sobre el porqué un miembro puede hacer una determinada pregunta.

2.) Presentación propia; cercanía

El coordinador debe ser el primero en darse a conocer, dando su nombre y determinados datos, como podrían ser la edad, lugar de nacimiento, su estado, su carrera académica y profesional, sus gustos,... con lo que inducirá indirectamente a que los miembros hagan una presentación similar dándose a conocer al resto de compañeros. De esta forma se ve al coordinador como uno más, con el respeto que merece por la edad o la experiencia en determinados campos, pero como una persona cercana y comprensible, uno más en el grupo. Por esto recomendaría que esta serie de presentaciones se desarrollaran situándose el grupo en forma de círculo, siempre y cuando los juegos y técnicas a emplear lo permitan, para que todos estén el mismo nivel y se vean las caras.

3.) Es espejo

El coordinador del grupo es el espejo en el que se miran el resto de los miembros. Su actitud, su conducta, son de gran interés para el resto de componentes, que tendrán conductas similares con el resto de compañeros, por lo que el coordinador debe tener muy en cuenta este aspecto. Es el modelo a seguir.
En este apartado vamos a ver técnicas y juegos de presentación, desde los cuales los miembros del grupo van a empezar a tener contacto. En esta serie de actividades vamos aprenderemos los nombres del resto de compañeros y quizás alguna característica de los mismos, en función de la técnica o juego que se emplee. A estos les siguen juegos y técnicas de conocimiento, como veremos en el apartado siguiente. Estas actividades pueden desarrollarse tanto en un espacio interno (salón, habitación,...) como externo (campo, patio, playa,...) en función de los objetivos del grupo y de los condicionantes de la propia actividad.

En todas estas técnicas o juegos vamos a seguir un mismo formato, lo que facilitará su aplicación por parte del coordinador. En primer lugar, el NOMBRE del juego o dinámica que corresponda, seguido de los OBJETIVOS que se persigan con su realización. Junto a esto haremos mención a la EDAD (si es necesario) así como a los MATERIALES necesarios para su desarrollo. El DESARROLLO del juego o técnica y sus VARIANTES (si las hay) serán los últimos aspectos a considerar, si bien la propia actividad podría motivar la incorporación de nuevos condicionantes. Los materiales tendrán su propia descripción si es necesario. Además se incorporarán fotografías que faciliten la comprensión de los materiales a emplear así como el desarrollo de la propia actividad.

13.- DINÁMICAS DE INTEGRACIÓN

Son la herramienta a emplear por todo coordinador de grupo cuando persigue el objetivo de la unión del mismo. Igualmente se emplean en caso de conflictos, para que los miembros superen el problema y vuelvan a trabajar juntos.

Pero principalmente deben emplearse en las fases de nacimiento-crecimiento del grupo. Sirven para coger confianza, para relajar tensiones propias de miembros que apenas se conocen, para integrar a nuevos compañeros, o simplemente, para crear el ambiente adecuado de trabajo.

Persigue el objetivo principal de la cohesión del grupo, pero sin dejar de lado otros, como podrían ser:

- Fomentar relaciones de amistad entre los miembros del grupo en sus primeros momentos.
- Sacar a relucir los intereses del grupo y de cada uno de sus miembros en particular, información con la que el animador guiará al grupo en su quehacer diario.
- Crear buen ambiente en el grupo, en base a valores como la cooperación, confianza y participación de sus miembros.
- Generar auto confianza (tanto individual como de grupo) en todos los componentes del grupo.
- Trabajo en equipo.

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