viernes, 30 de enero de 2009

Bronislao Markiewicz, un sacerdote salesiano para los pobres

Bronislao Markiewicz nació el 13 de julio de 1842 en Pruchnik, Galizia (sur de Polonia). Era el sexto de once hijos, de una devota familia de clase media baja. Bronislao enfrentó el hambre, la pobreza y la persecución que encontró en la escuela debido a los ideales cristianos, pero todo lo aceptó con un espíritu de fe y decidió ingresar al seminario. El 15 de setiembre de 1867 fue ordenado sacerdote. Se propuso enérgicamente el trabajo de enseñar catequesis y de hacer apostolado con los prisioneros; le encantaba estar con la gente, especialmente si eran pobres. Le atraía la juventud marginada que sufría todo tipo de pobreza y decidió hacer estudios educativos para ayudarlos mejor y para salvar sus almas. La Providencia le inspiró un ardiente deseo de entrar en un Instituto Religioso dedicado al cuidado de los jóvenes.

Se une a Don Bosco como Salesiano

Así que viajó a Italia, donde se sintió atraído por la espiritualidad de Don Bosco quien, sin él saberlo, ya lo llevaba en su corazón. Solicitó y fue aceptado a ingresar en la Congregación Salesiana en 1887 e hizo sus votos perpetuos al propio Don Bosco. Tuvo la gran fortuna de escuchar las recomendaciones del Santo y de absorber directamente su espíritu. En 1892 regresó a Polonia como Salesiano y como párroco en Miejsce, en Galizia, donde pudo dedicarse a la juventud polaca pobre y abandonada.

Más radical aún – una nueva Sociedad

Para responder mejor a las necesidades prácticas de los pobres en Galizia, Bronislao sintió la necesidad de vivir los principios de Don Bosco aún más radicalmente y, después de recibir el asesoramiento de aquellos que trabajaban con él, fundó la Sociedad llamada Trabajo y Abstinencia. Nueve años después de su muerte, tanto la rama masculina como la femenina de la sociedad fueron reconocidas por la Iglesia y dieron nacimiento a dos Congregaciones bajo la advocación de San Miguel Arcángel

Los miguelitas

Sus miembros fueron conocidos como los Miguelitas. El padre Bronislao, al igual que Don Bosco, recomendaba a sus hijos y gente joven fomentar una gran devoción por la Eucaristía y por María, así como por San Miguel, a quien eligió como protector en la lucha diaria contra el mal. La unión con Cristo crucificado y la virtud de la moderación caracterizan sus actividades apostólicas en beneficio del prójimo.

Murió en Miejsce Piestowe, el 29 de enero de 1912.

(fuente: www.sdb.org)

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